lunes, 8 de diciembre de 2008

Filmes cubanos al festival de La Habana. Por Miguel Iturria Savón.

Cuando el año termina, comienza en La Habana la fiesta de imágenes y sonidos. La XXX edición del Festival internacional del nuevo cine latinoamericano, a realizarse del 2 al 12 de diciembre, trae una programación diversa que circula en el Diario de festival, el cual enumera las obras de ficción, la “Hora del corto”, las series Latinoamericanos en USA y Los latinoamericanos, el Programa de obras fantásticas y de horror del continente, las exhibiciones de países africanos, Nórdico, alemán, italiano, español, francés y canadiense, y Cine del Sur (del Festival de Granada) y Cine experimental norteamericano de 1960 a 1970.
Se incluye, además, un Panorama contemporáneo con obras de Asia y Medio Oriente, un sugerente Panorama documental, homenajes al brasileño Eduardo Coutlinho y el británico Mike Leigh, las retrospectivas Éxitos del cine latinoamericano, Ayer y hoy de Argentina Sono Film y Animación polaca. Se anuncian libros, exposiciones dedicadas al pintor Raúl Martínez y al creador español Luis Buñuel, los Carteles en Concurso, el nuevo Sector industria, que otorga el Premio Latinoamericano Primera copia; así como el Foro de la niñez y el audiovisual y las Presentaciones especiales.
La industria fílmica de Argentina, Brasil, Chile, México, Colombia y Venezuela estarán representadas en casi todos los géneros; mientras Bolivia, Costa Rica, Guatemala, Ecuador, Panamá, Perú, Puerto Rico, Uruguay y República Dominicana traen películas puntuales, algunos coproducidos con España, Francia, Estados Unidos, Alemania y Cuba, quien también se vale del capital foráneo para impulsar su deprimida cinematografía.
Cuba compite con tres largometrajes de ficción: Kangamba, de Rogelio París; Omerta, de Pavel Giroud, y El cuerno de la abundancia, de Juan C. Tabío; ambas en coproducción con España. En ese género presentamos, fuera de concurso, El viajero inmóvil, de Tomás Piard, que evoca a Lezama Lima y su obra mayor –Paradiso-. El listado de ficción incluye a Argentina (5 filmes), México (4), Brasil (3), Chile y Venezuela (2) y Perú; mientras El mito y el agua, de Panamá, acompaña a la cinta de Piard.
Los cubanos cineastas no concursan en cortometrajes, donde prevalecen Brasil, México y Argentina; pero presentan Los dioses rotos, de Ernesto Daranas, en Óperas primas; género copado por los brasileños (6) y los argentinos en coproducción con Francia, Alemania y Chile; seguidos por México, Venezuela, Colombia y otros vecinos.
De los treinta documentales a exhibir, seis son de Cuba y siete de Argentina. El resto corresponden a México, Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia, etc. La industria insular nos entrega Tacones cercanos, de Jessica Rodríguez Sánchez, sobre el dilema estético y humano de un travesti habanero; el controversial Fuera de liga, de Ian Padrón; Él, ustedes y nosotros, de Léster Hamlet, que recrea la obra del citado Raúl Martínez; Barrio nuevo, de Roberto Jiménez Hernández; Cuarenta años después, de Aram Vidal, y The illusion, de Susana Garriga, en coproducción con Gran Bretaña.
Los artistas del patio concursan en animación con Cablefaction, de Jaral Cuéllar; Rendijas, de Hansel Leyva Fanego; El agradecimiento del Jíbaro, de Alexander Rodríguez González, y El negrito cimarrón y la rifa de los pigmeos, de Tulio Raggi. Los principales rivales en este género vienen de Brasil, Argentina y Chile.
Argentina se impone con diez Guiones inéditos, seguida por cinco de escritores cubanos, cuatro de México, tres chilenos e igual números de colombianos, entre otros. Los seleccionados por Cuba son Boleto al paraíso, de Gerardo Chijona y Francisco García González; El balcón, de Abel Arcos Soto; Ficción, de Daniel Díaz Torres y Eduardo del Llano; La trama, de Enrique Álvarez, y Mosaico, de Juan Carlos Tabío y Arturo Arango.
Nuestros realizadores no presentan obras al Panorama latinoamericanos, filmes que optan por el Premio de la Popularidad. Concursan, sin embargo, en La Hora del corto, con Intermezzo, del humorista Eduardo del Llano, y Oda a la piña, de Laimir Fano Villaescusa.
Los creadores insulares capitalizan con 32 documentales, seis animados y seis coproducciones, la Sección Hecho en Cuba, que incluye a cineastas de Chile, Guatemala, Perú, Venezuela y España. Los títulos cubanos exaltan a figuras del arte, las letras, la música popular y temas como la censura (Zona de silencio, de Karel Ducases Manzano), la urbanística (Ciudad del futuro, sobre Alamar), la emigración y el problema racial, todo dentro de los límites impuestos al arte desde el poder.
La mayor de las Antillas exhibe, en Presentaciones especiales, Los 100 sones de Cuba, de Edesio Alejandro y Rubén Consuegra; Titón, de La Habana a Guantanamera, de Mirtha Ibarra, y La indócil pupila de adentro, de René Arencibia. En la misma sección disfrutaremos títulos novedosos de Argentina, Brasil Alemania, Canadá, España, Estados Unidos y la coproducción de Steven Soderbergh sobre Ernesto Guevara, cuyo mito es alimentado desde la capital cubana.
En la Retrospectiva del cine latinoamericano, dominada por clásicos de Argentina, Brasil y México, la cinematografía insular retorna con Hasta cierto punto, de Tomás Gutiérrez Alea; Un hombre de éxito, de Humberto Solás, y Suite Habana, de Fernando Pérez.
La fiesta de imágenes y sonidos que ofrecen las principales salas de cine de La Habana, desde 2 y hasta el 12 de diciembre, recorre las preocupaciones y esperanzas de Latinoamérica y recrea los sueños de una isla singular que mira al mundo.

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