viernes, 5 de junio de 2009

Cifras curiosas. Por Miguel Iturria Savón.

En “Hablemos de azúcar” (Diario las Américas del 5 de mayo) el periodista Pablo Alfonso ofrecía algunos datos que revelan la ineficacia de la industria azucarera de Cuba con relación a la producida en la Florida, donde 90 mil hectáreas cultivadas y seis centrales aportaron dos millones de toneladas en la cosecha pasada; mientras que la isla obtuvo 1,4 millones en 330.000 hectáreas en el mismo período.
Al revisar las estadísticas del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, el comunicador mostró las compras insulares a esa nación en el sector azucarero entre el 2004 y los primeros meses del 2009, lo cual no fue informado por nuestra prensa, aferrada al antagonismo perpetuo contra el gran vecino, que vuelve a ser uno de los principales socios comerciales del gobierno cubano.
No voy a repetir las cifras ofrecidas por el colega exiliado. Quien desee saber el flujo de mercancías entre ambos gobiernos tendrá que buscarlos en los sitios de Internet de la Administración norteamericana o en los organismos regionales de comercio. Los archivos de la isla son secreto de estado. La prensa insular compensa la ausencia de estadísticas con consignas bien dosificadas y alienantes.
Otras cifras recientes demuestran la presencia del mercado norteamericano en la isla a pesar del embargo. “Hasta el daiquirí se cuela en el comercio humanitario con Cuba” según Laura Wides-Muñoz, reportera de The Associated Press, quien relaciona nueces, granos, aceites, maderas, pollos, medicinas, mezclas para bebidas y objetos suntuarios para hoteles. “Las ventas más grandes del año pasado fueron de productos básicos: maíz, por valor de $ 196 millones, pollo (139 millones) y trigo (135 millones), según la Oficina del Censo.”
“Las exenciones son tan amplias que incluyen cervezas, gaseosas y una serie de productos no comestibles como objetos de arte, postes de electricidad, armarios para la cocina y papel para diarios, adquirido en Alabama”.
De manera que hasta el periódico Granma, órgano oficial del Partido comunista, se imprime con el papel del enemigo. La ironía se extiende al daiquirí, inventado en la isla e importado desde el norte. ¿No es esto dependencia del extranjero? ¿Qué pasa con la soberanía pregonada por el castrismo? ¿Será el embargo lo que realmente frena el desarrollo de los cubanos?
Si bien algunos ejecutivos de firmas alimenticias viajan a La Habana y obtienen contratos que benefician a los agricultores de Texas y otros estados de la Unión americana, es evidente que en algo más de una década de intercambios los estadounidenses van recuperando el lugar que tenían en el mercado insular antes del embargo decretado en 1962.
La normalización de las relaciones ya está en proceso a pesar de la desconfianza, las tensiones entre los gobiernos y el discurso agresivo de los hermanos Castro, quienes usan la soberanía como cortina de humo para justificar la ausencia de libertades de los cubanos. El círculo vicioso de la retórica es una máscara. Si cotejamos las cifras se viene abajo.
El desbloqueo hacia adentro es otra cosa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Miguel Iturria Savón, es un digno trabajo y de admiracion tener actualizado Ancla Insular. Es la forma que tenemos los que estamos lejos (al menos tenemos la posibilidad de leerlo) de estar al dia sobre la verdad en Cuba. Siempre leo generaciony y hay una lista de sitios que estoy revisando poco a poco; generaciony ha sido el trampolin para conocer sobre el trabajo arriesgado de algunos cubanos bastante valientes. Gracias y que tengas fuerzas para seguir adelante

euskaldum dijo...

Gracias a usted amigo, la libertad comienza con la necesidad de expresión y aquí renace esa necesidad. Yoani, Reinaldo, Claudia, Ciro y otros bloggers enaltecen la blogósfera cubana. Saludos, Miguel.

euskaldum dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

No te preocupes por las mentiras del gobierno cubano, aquí en colombia donde el rotulo es el de "país democratico" también los gobernantes de turno mienten constantemente. Espian a los opositores, matan a un campesino y dicen que era guerrillero, dan prebendas a quienes apoyan al presidente y dicen que es convencimiento. En fin, parece que el poder corrompe allá, aquí y en todas partes.